Nos dicen que la vida es nacer, crecer, reproducirse y morir, y claro que esto es parte de la vida pero... ¿sólo esto? Si estás leyendo esta entrada seguramente ya intuyas que hay algo más... Estamos contigo ;-)
Desde Young I AM sabemos que más allá de "qué" hacemos, es el "cómo" lo que marca la diferencia. Cómo hacemos lo que hacemos y, sobretodo, desde dónde lo hacemos, desde dónde miramos la vida, desde dónde nos implicamos en ella y desde dónde la asumimos.
Lo más habitual, o lo más generalizado, es que caminemos por la vida sin cuestionarnos demasiadas cosas, empezando por nosotros mismos. ¿Qué somos? Somos un cuerpo físico que alimentar, cuidar, ejercitar, dar descanso. También somos una mente, un intelecto, que piensa, aprende, razona, opina, juzga, evalúa, critica, resuelve, planifica, crea... Y hasta aquí lo más evidente.
Pero... ¿y qué pasa con nuestras emociones? Como seres humanos somos seres emocionales, pero tenemos muy poquitos espacios donde descubrir y profundizar en nuestras emociones y cómo las gestionamos, el poder que encierra cada una de ellas, cómo nos conectan al mundo y a las personas a nuestro alrededor, cómo pueden influir en nuestro entorno y cómo nos pueden permitir sacar lo mejor de nosotros mismos.
Y luego está el aspecto casi siempre relegado a íntimos micro-momentos (en el mejor de los casos): nuestra espiritualidad. Desde Young I AM compartimos eso de que "somos seres espirituales viviendo una experiencia humana", y desde esta perspectiva se abre un mundo de posibilidades maravilloso que queremos poner a vuestro alcance, de manera sencilla y natural, vivir nuestra grandeza en lo pequeño de lo cotidiano.
Por eso el primer paso en el programa Young I AM consiste en descubrirnos, re-encontrarnos con nosotros mismos, aprender sobre nuestro propio cuerpo físico, emocional, mental y espiritual, y darnos cuenta de que somos todo eso a la vez, una combinación única e irrepetible que ha venido a dejar su huella. ¡Empieza la aventura!